lunes, 6 de septiembre de 2010

EXPERIMENTACIÓN SONORA

Si los vieron en la calle, los cruzaron en una esquina, aparecieron de repente en el barcito de Daspu o caminando por Plaza España o la de las Américas o en pleno centro de la ciudad, no eran chicos jugando. Se trataba de jóvenes estudiantes de comunicación realizando in situ una serie de experimentaciones sonoras para percibir el mundo desde el mensaje de los sonidos cotidianos.
A partir de una propuesta realizada desde nuestra cátedra, estudiantes de 2do año del taller de Lenguaje II y Producción Radiofónica salieron a las calles de la ciudad de Córdoba en busca de nuevas experimentaciones sonoras, donde los sonidos se presentan como lugares, donde no hay fronteras; y los aromas de la percepción se confunden entre el vértigo y la confianza concentradas en el propio cuerpo.

Sonidos que acompañan constantemente, estacionarios; otros que aparecen y desaparecen, en movimiento; y otros simplemente provocados, es desde ahí donde surgieron sus experiencias. Expresadas en sus propias palabras asi:

“Hoy quise ir más allá de mis sentidos. Quise que los colores y las siluetas desaparecieran, pero reaparecieran en la visión de mis oídos. Bastó con cegar mis ojos de aquella, a la que llamo realidad. Bastó con dejar que el silencio entrara en mi universo; y permitiera que la música de lugar incierto, inundara mi ser. Bastó con confiar en aquel camino iluminado por mis pasos y por los de las personas de alrededor. Bastó en desplazar a la soledad ante el llamado de una voz. La tranquilidad y la impaciencia se entremezclaron en mi recorrido. La velocidad del tiempo y los ruidos en estallidos, aumentaron la intriga del momento, cuando la luz devolvió a mis ojos la experiencia de lo vivido”.
(Grupos:12 y 14 - experiencia en Plaza de las Américas)

“Texturas, aromas, ruidos y más ruidos revelándose ante la oscuridad. Arquitectos imaginarios retratando trazos mentales. Cómplices de un delirio creativo, donde el sonido inunda y construye, donde el oído se libera y siente. Paradójico pensar, que restar es sumar. Cuan sordo es aquel que ve”. (Grupos:4y10 – experiencia en DASPU)

“Justo en frente, ante nuestros ojos, se alzaba el Pabellón Argentina. Lugar estratégicamente elegido para llevar a cabo nuestra experiencia. Si de referentes se trata, ese histórico edificio es un punto estratégico en Ciudad Universitaria. Toda persona que frecuente estos espacios puede hacerse una imagen del lugar. Precisamente de la imagen era de lo que se nos había privado en esta ocasión Conocerlo a través de los sonidos era el desafío. Sumergidos en los juegos a los que la percepción nos invitaba, descubrimos las intensidades, las texturas y los colores de los sonidos que nos crearon no solo una nueva imagen sino también nuevas dimensiones témporo-espaciales acompañadas de intensas sensaciones. El aprendizaje conseguido superó el objetivo propuesto. Descubrimos que allí donde solo se puede ver un mundo, se pueden oír muchos. (Grupos: 2y3 – experiencia en el Pabellón Argentina)

“Verde, arrancan, amarillo, siguen, rojo, clavan frenos, pasan, bocina... atravesamos la fuerte corriente que nos separa del circuito infinito del lugar subo, bajo, piedra, tierra... ¿qué pasó? ¿y la ciudad? claro... los centinelas de la plaza nos protegen de todo: luz, aire, sonido... quietos como si fueran piedras ¿escucharon? ¿vieron? ¿sintieron? ¡dos ruedas girando con la fuerza de piernas humanas! tenemos que volver ¿como? la corriente cada vez está más fuerte... verde, arranca, amarillo, sigue, rojo, clava frenos, para, bocina...”
(Grupos: 1 y13 – experiencia en Plaza España)

“Con los ojos tapados avancé silenciosamente. Frente a mi se abrió paso la inmensidad y el abismo. Al principio no sentí otra cosa que el vértigo y la adrenalina corriendo por mis venas. Fui plenamente consciente de mis brazos, mi cuerpo, mi cara, mi todo. Y ahí me quedé petrificada, temerosa de dar el siguiente paso. Parecía que solo el silencio inundaba la estancia. Pero de repente comenzaron a aparecer otros sonidos. Pude distinguir risas, voces, gritos… Me concentré en esas percepciones y todas parecían las mismas, aunque yo sabía que eran no lo eran. Llegué a pensar que estaba en el exterior, pero nunca pude sentir su brisa característica. Solo era ese mismo mundo que yo tanto conocía. La diferencia era que se me presentaba del otro lado de la moneda. Silencios, Pasos, Voces… el murmullo creciente se interrumpió por lo que parecían ser miles de baterías. El tiempo no ayudó a que me acostumbrara a la sensación. Los minutos se estiraban y los sonidos se agolparon en mis oídos. Escuché la voz de una mujer llamando a su hijo. JOAQUIN, gritaba. Unos ruidos metálicos me anticiparon la llegada del ascensor. Y en unos segundos ya estábamos afuera. Esta vez la brisa de la calle y el calor del sol me confirmaron que la aventura había terminado”. (Grupos 8y11 – experiencia en el Museo Caraffa)

“Una de compañera de nuestro grupo se tapo los ojos con el objetivo de percibir emociones y sensaciones con los otros sentidos. Ella percibió los sonidos del lugar, principalmente los ruidos de los autos, los murmullos de la gente, el sonido de la caída del agua con mayor intensidad a la derecha del monumento. También escucho el canto de los pajaritos, el chillido de las cotorras y los ladridos de los perros; en el parque. Sintió otras sensaciones como los pasos de la gente, el arome de la bufanda que le cubría los ojos, el sol fuerte y los silbidos, entre otros ruidos, desde la calle. Se sentía, por sobre todo, muy desorientada, solo se guiaba por el ruido de los autos en la calle que se encontraban circulando en la parte delante del monumento y el sonido del agua al caer en la parte posterior de este”. (Grupos: 6 y7 – Fragmento de la experiencia en la Plazoleta Monumento Juan B. Bustos).

Una experiencia de sentires…
a José Galván y Julio Greco por dejarse leer...

Martes; mediodía. Y el sol nos acompañaba sonriente y eterno.
Teníamos un rumbo; nos teníamos.
Caminábamos y repetíamos caminos.
Hablábamos de valla a saber qué cosa, qué mundo.
Ignorábamos tal vez la maravilla de la luz, el crecimiento de las hojas, el roce de dos pájaros….

Nuestros pies danzaban, perseguían.

De pronto, estábamos allí: en la esquina, en el límite /
en el borde que en realidad es un centro.

Y mastica /
Porque también es boca / y tiene dientes/
mandíbulas todas /
/ que crecen caracoles con bocinas /
colectivos los llaman / autos también /

Pero la experiencia hablaba de escuchar / y entonces dejamos de ver.

El mundo fue de verdad uno solo:
oscuro – infinito.

Cada paso en el abismo
consagraba un adiós / y un nacimiento

La sombra decantaba en el cuerpo las gotas que te unían al universo
y la fe /
al gran brazo que sostiene / y guía

Todo pulso se extendía / brotaba en gigantes / en arco iris /
en superhéroes de dolor /

el dolor como centro del superhéroe que chilla /
como los caracoles

y los ojos de los caracoles/
que no paraban de rodar y sonar /
Ya casi no sonaban,
cuando el Tiempo fue perdiendo su reloj
y los relojes / fueron perdiendo los números

y así / en lo invisible
todo se reconstruía /
y los puentes del tacto / las alturas / las magias
todas: eran verdaderas

No intentaban llegar allá / al abajo que tal vez sea el descanso

Sólo intentaban decir /
en bocas humanas /
lo que jamás / aún / se dijo ….

v.R.
(Grupos: 5y9 – experiencia en la esquina de Colón y Gral. Paz)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Debe haber sido una linda experiencia... En mi comisión no salimos del aula de radio :/

Unknown dijo...

hermosisima experiencia y hermosas palabras las de muchos compañeros que supieron expresar la poesia del momento.

Taller de Lenguaje y Producción Radiofónica dijo...

Gracias por Comentar!
Fue una hermosa experiencia para todos y todas. Desde la Comisión intentamos que esta actividad se replique en todo el Taller.

Saluditos!